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Para
relajarte...
Para
relajarte...
(esta subsección está en obras)
En épocas convulsas la ansiedad y el insomnio agobian a muchas personas...
Y la época actual es muy convulsa...
Por eso es muy adecuado tener una higiene de conductas...
Si no, estamos perdidos...
¿Te has fijado que la mayoría de las herramientas que tenemos para vivir las utilizamos sólo cuando las necesitamos y el resto del tiempo las tenemos en su lugar, donde toque, en la cocina, en el cuarto de los trastos, en la caja de las herramientas, en la librería, en el dormitorio, en el comedor, en la alacena, en el almacén..., en fin, donde procede...?
...
Pero, ¿te has fijado que... al mismo tiempo, hay una serie de herramientas de ultimísima generación que, si no andamos con ojo, han venido a decirnos que nos pongamos nosotros arrodillados ante ellas, de modo permanente?
...
¿Sabes de qué estoy hablando, no? Las tecnologías electrónicas, la caja tonta, los dispositivos inteligentes, los teléfonos y tal...
Si no empiezas por darles su sitio y su momento... te lo darán ellos a ti... y te quitarán hasta el sueño...
Piénsalo y plantéate de qué modo el asunto te permite relajarte, estar tranquilo y dormir...
Si te pasa algo así...
¡No puedo dormir!
¡Me voy a morir!
...consulta con tu médico.
...mas, si quieres relajarte:
Túmbate cómodo/a. Apaga el teléfono. Pon una música que te resulte relajante. Si quieres. Necesitas diez o quince o veinte minutos. Si eres extremadamente apurado/a lo puedes hacer en cinco minutos, pero mejor que no seas así. No es bueno para la salud ni para nada.
Boca arriba, mirando al cielo, brazos a ambos lados del cuerpo con las palmas de las manos hacia arriba, dedos entreabiertos, pies ligeramente separados.
Haz doce respiraciones tan profundas como puedas, despacio, que notes que los pulmones se llenan completamente y empujan la tripa hacia abajo con el diafragma.
Contrae los dedos de la mano izquierda, sólo los dedos, tan fuerte como puedas. Cuenta hasta seis. Vuelve los dedos a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz la misma operación con la mano derecha.
Cierra fuertemente la mano izquierda. Cuenta hasta seis. Vuelve la mano a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con la mano derecha.
Flexiona la muñeca izquierda. Cuenta hasta seis. Vuelve la muñeca a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con la muñeca derecha.
Flexiona el antebrazo izquierdo hasta tocarte el hombro. Cuenta hasta seis. Vuelve el antebrazo a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el antebrazo derecho.
Contrae el bíceps izquierdo (sacar músculo). Cuenta hasta seis. Vuelve el brazo a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el brazo derecho.
Contrae el tríceps izquierdo empujando fuertemente el codo hacia la superficie en la que estás tumbado/a, Cuenta hasta seis. Vuelve el brazo a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el brazo derecho.
Encógete de hombros. Cuenta hasta seis. Vuelve los hombros a la posicióin de reposo. Cuenta hasta doce.
Contrae los dedos del pie izquierdo. Cuenta hasta seis. Vuelve los dedos a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el pie derecho.
Flexiona el pie izquierdo, forzando el puente al máximo. Cuenta hasta seis. Vuelve el pie a la posición de reposo.Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el pie derecho.
Extiende el pie izquierdo al máximo. Cuenta hasta seis. Vuelve el pie a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el pie derecho.
Flexiona la pierna izquierda doblando la rodilla. Cuenta hasta seis. Vuelve la pierna a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con la pierna derecha.
Extiende la pierna izquierda al máximo. Cuenta hasta seis. Vuelve la pierna a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con la pierna derecha.
Flexiona el muslo izquierdo doblando la cadera. Cuenta hasta seis.Vuelve el muslo a la posición de reposo. Cuenta hasta doce. Cuando hayas terminado, haz lo mismo con el muslo derecho.
Contrae la parte anterior de la pelvis (como haces cuando tienes muchas ganas de orinar y te esfuerzas para evitarlo). Cuenta hasta seis. Vuelve la pelvis a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Contrae la parte posterior de la pelvis (como haces cuando tienes muchas ganas de defecar y te esfuerzas para evitarlo). Cuenta hasta seis. Vuelve la pelvis a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Contrae el abdomen (como haces cuando quieres disimular la tripa). Cuenta hasta seis. Vuelve el abdomen a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Haz un arco con la espalda (como si quisieras quedar apoyado sólo sobre las nalgas y los hombros). Cuenta hasta seis. Vuelve la espalda a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Contrae el tórax (como si los hombros se fueran a juntar por delante). Cuenta hasta seis. Vuelve el tórax a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Expande el tórax (como si los hombros se fueran a juntar por detrás). Cuenta hasta seis. Vuelve el tórax a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Flexiona el cuello (como si la barbilla intentara llegar al pecho). Cuenta hasta seis. Vuelve el cuello a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Extiende el cuello (como si la coronilla se fuera a enterrar en la superficie sobre la que te encuentras). Cuenta hasta seis. Vuelve el cuello a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Aprieta fuertemente las mandíbulas. Cuenta hasta seis. Vuelve la boca a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Aprieta fuertemente los labios. Cuenta hasta seis. Vuelve la boca a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Pon cara de viejita. Cuenta hasta seis. Vuelve la cara a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Cierra con fuerza los ojos. Cuenta hasta seis. Vuelve los ojos a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Frunce el entrecejo (parecido a como haces cuando quieres poner mala cara). Cuenta hasta seis. Vuelve la cara a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Contrae el músculo de la frente (ese que contraes cuando estás muy asombrado/a por algo). Cuenta hasta seis. Vuelve la frente a la posición de reposo. Cuenta hasta doce.
Ya has relajado toda la musculatura del cuerpo, o casi toda. Ahora, vamos a darle su espacio a la mente. Primero, como a los músculos, la hacemos trabajar.
Piensa en un recuerdo desagradable. Analízalo en profundidad. Fíjate que es cierto ese refrán de que “no es tan fiero el león como lo pintan”. Quizás ese acontecimiento que te tiene muy machacado/a no sea para tanto. Cuando no tengas nada nuevo que mirar en ese recuerdo, cambia de tercio. Evita la reverberación. No tiene utilidad alguna.
Vete a todo lo contrario. un recuerdo que te sea especialmente grato. Disfruta recordándolo. Regocíjate. Es el premio al ejercicio que estás haciendo. Cuando le hayas sacado todo el jugo, cambia de tercio.
Pon la mente en blanco (es su relajación). No pienses en nada. Al principio cuesta mucho, sin embargo, como todo, se consigue. A mí me ayudaba mucho, cuando empecé, pensar en un punto blanco, en el disco del sol o en una pantalla de proyección de diapositivas. ¡De ahí a la nada es nada! Si lo has hecho correctamente, lo cual es muy sencillo, basta que no hayas tenido prisas y el teléfono haya permanecido apagado, es bastante probable que te duermas. Si has tenido prisas y/o eres incapaz de apagar el teléfono, pide consulta en salud mental. ¡No hay otra amigo/a!
¡Salud y buen sueño!
Sientate en el suelo, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados… empieza por observar el aire entrar y salir por tu nariz; luego observa también las sensaciones de tu cuerpo (temperatura, presión, picor, dolor, lo que quiera que sientas…); si en algún momento se te va la mente adónde quiera que sea, observa adónde se va… nada más, no hagas nada más. Punto. Ya estás meditando. Si haces esto habitualmente, estás explorando tu mente y descubrirás lo salvaje, caprichosa e impaciente que es!
A medida que vayas ganando pericia en el asunto, vete centrándote en otras cosas, por ejemplo, pensar todo el tiempo en un número, o en una letra, un color, una persona 🧗 , una flor 🌹 , un animal 🦒, una cosa… lo que se te ocurra, pero siempre tratando de volver al foco, igual que con la respiracion por la nariz y con las sensaciones corporales…si no puedes, simplemente se consciente de que lo intentas y la mente no te lo permite, observa para donde se va ella y… disfruta meditando .
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Y… cuando avances más, plantéate algún día pensar en un recuerdo muy desagradable que te pueda atosigar, tómate tu tiempo para mirarlo de frente y descubrirás que tampoco es tan terrible la cosa… pero aun así, no lo vamos a dejar ahí el asunto, hay que compensar… después de un ratito de sufrimiento auto-impuesto, céntrate en un recuerdo que sea todo lo contrario, muy, muy, muy bonito, espléndido y maravilloso … y… disfruta el recuerdo… goza con la meditación!!!
Si adquieres un hábito con el asunto, puede que llegues a estar una hora o más meditando, cada día. Entonces puedes forjar una disciplina, dedicándole un ratito a la respiración nasal, al comienzo, luego otro ratito a percibir las sensaciones corporales; y, por último, el resto... a explorar recuerdos libremente, los que quieran venir a la mente... incluso podrías hacer eclecticismo si los expones en voz alta, para ti mismo/a, claro, con lo cual estarías haciendo una terapia semejante al diván conocida como autoanálisis. Eso sí, analiza los recuerdos con cordura. No te regodees. No reverberes. Trata de sacar algún corolario, aprender algo. Si no es el caso, cambia de tercio.
Y asi, como quien no quiere la cosa, un dia trata de no pensar en nada y verás
😜😜😜
lo difícil que resulta, pero inténtalo… no pasa nada… a medida que vayas haciendo estas cosas, vas aprendiendo a manejar la mente… igual que cuando aprendiste a manejar el coche, la bicicleta, la moto o a bailar… y si eres regular en el ejercicio… llegará la luz el dia que la mente vaya para donde tú digas y no para donde ella desee vagar…y, si no siempre, al menos, algunas veces y cada vez más, hasta que lleguen a ser muchas veces…los sabios del asunto lo han llamado, clásicamente, a este logro, ILUMINACION!!!!!!!
Aunque esta es una visión un tanto superficial de la ILUMINACION… cuando consigues tal estado, transitas el camino correcto de su significado más profundo… aquel que debe descubrir cada uno/a… pero que está lleno de implicaciones cognitivas, místicas, espirituales… y que se mueven en un amplio abanico que va desde la simple y llana sensación de armonía, dicha y paz… hasta la unión, en su caso, con tu propia divinidad (tu Dios).
Los que lo han experimentado lo describen como una sensación de bienestar inefable (que no se puede explicar con palabras)
…
😜😜😜
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como algo muy distinto a cualquier placer que hayamos podido experimentar, nunca, antes…
… el NIRVANA
🥰🙏🙏🙏🥰
Dicen los hinduistas que quienes alcanzan tal estado no conocen ni dolor, ni sufrimiento alguno, porque dejan de desear y, como decía Gautama, “el que no desea , no sufre”.
Precioso, no???
Pues resulta una práctica sencilla y gratuita. Los orientales llevan miles de años haciéndolo. ¡Aún estás a tiempo!!!! ¡Ánimo!
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La técnica de la Universidad de Harvard para quedarse dormido en unos segundos
La clave está en la respiración, según el doctor Andrew Weil.
Dormir es una de las actividades fisiológicas más importantes, y por eso es fundamental asegurarse de que tenemos un sueño de calidad. El problema es que a veces es difícil de conciliar.
Para conseguirlo, la revista especializada Men's Health comparte en un artículo que el doctor de la Universidad de Harvard Andrew Weil tiene un método que asegura ser infalible.
La clave está en la respiración relajante. Si tenemos hábitos saludables, no tomamos estimulantes y cumplimos con unos horarios, Weil dice que podremos dormirnos "inmediatamente".
En primer lugar, hay que colocar la punta de la lengua en el paladar, cerca de la fila de los dientes superiores. Al respirar se extenderá la sensación por todo el músculo y la concentración será más sencilla.
Una vez hecho esto, hay que cumplir estos pasos:
Exhalar completamente por la boca, aunque la respiración suene como un silbido. Cerramos la boca e inhala silenciosamente por la nariz mientras cuentas mentalmente hasta cuatro. Aguantamos la respiración contando mentalmente hasta siete.
Exhalamos completamente por la boca y mantenemos la expulsión de aire contando mentalmente hasta ocho mientras suena como un silbido. Inhalamos de nuevo y repetimos el ciclo tres veces más hasta completar un total de cuatro respiraciones. Deberías haberte dormido antes.
Aunque la técnica se puede llevar a cabo en cualquier posición, Weil recomienda hacerlo boca arriba.
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En el siguiente enlace encontrarás una técnica que puede ser útil para el insomnio:
https://www.20minutos.es/salud/tecnica-universidad-harvard-quedarse-dormido-unos-segundos-5070741/